En el lugar de la elección del lote para los preliminares.
Las divisiones A y B ya estaban hechas.
Zhang Ye regresó.
—Viejo Yao.
Yao Jiancai estaba mirando el escenario.
—Aún no es nuestro turno.
—Está bien. Sigamos esperando.
Zhang Ye estaba, en ese momento, completamente aliviado. Ni siquiera consideró cómo resolver la serie de problemas que le esperaban. Lo dejaba todo en manos de Dios.
*Di Di.*
Recibió un mensaje de texto en su celular.