Los estudiantes de la Universidad de Beijing revelaron expresiones de admiración.
Justo cuando la teoría de Zhang Ye tomaba cada vez más ventaja, y justo cuando estaba a punto de terminar la segunda clase con una nota alta, una voz resonó.
—Zhang Ye.
Era el Redólogo, la Maestra Yang.
Zhang Ye la miró.
—Maestro Yang, por favor, hable.