Ahora era mayo de 2019. La Oficina de Administración de Seguridad Interna de la nave espacial (SISAB) había sido establecida en silencio.
El primer día que se estableció, recibieron un documento sobre la reorganización de las fábricas y centros de investigación.
Primero: cualquier artículo no asegurado en la nave espacial tenía que ser abrochado a la cubierta. Las herramientas más ligeras también tuvieron que colocarse en una caja de almacenamiento segura después de su uso.
Segundo: las paredes interiores de la fábrica debían estar equipadas con un material flexible.
Tercero: evaluar la estabilidad y el riesgo de los equipos sensibles a la vibración.
Cuarto: todas las fábricas e instituciones deben cumplir estrictamente con las normas de seguridad establecidas por el gobierno. Las violaciones no serán toleradas.
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En el mes siguiente, SISAB comenzó a monitorear el progreso de la reorganización de todas las fábricas y organizaciones.
