¾¡Deja ya de dormir y busca algo para comer! ¾Dijo Jun Xian mientras le daba un codazo a su hijo. Ahora que estaba mucho mejor y podía finalmente comer para reponer su fuerza y nutrir su cuerpo, ¿qué estaban esperando?
Cuando los sirvientes entraron en la habitación con gachas de avena calientes, el aroma era tan tentador que tanto padre como hijo momentáneamente observaron de forma ausente los cuencos humeantes.
Las gachas tenían un débil aroma a hierbas. Habiendo pasado tanto tiempo sin comer, Jun Qing podía sentir su estómago contrayéndose una vez que habían colocado el cuenco frente a él.
Cuando respiró hondo, el aroma asaltó sus sentidos y su previa pérdida de apetito era historia. Luchó para sentarse en su cama para disfrutar su primera comida en días.
Después de haber comido su ración, con un poco de dificultad mientras se sentaba en su cama, cayó en la cuenta de que había estado en una situación muy precaria mientras había estado inconsciente.
¾Cada doctor que te vio concluyó que estabas en tu lecho de muerte… si no hubiese sido por ella…
Jun Xian suspiró mientras pensaba en el dolor de perder a su hijo mayor… Si algo así volviese a ocurrir no sabía si podría sobrevivir.
¾Pero… Jun Wu Xie empezó recientemente con sus estudios médicos, ¿cómo podría haber sabido qué tenía que hacer para salvarme? ¾ Jun Qing tenía miles de preguntas, parecía que esta vez, sí había habido un cambio en Jun Wu Xie. La pequeña rebelde y grosera de antes parecía haber desaparecido sin dejar rastro. Incluso frente al acoso que recibía de Mo Xuan Fei, continuaba sin expresar ningún descontento, a diferencia de su yo anterior que hubiese explotado. Ahora era sumamente sensata y con los pies en la tierra.
¾Recientemente esa niña ha cambiado muchísimo, se ha vuelto muy sensata. Creo que su herida no era tan simple como habíamos pensado. Si no hubiese sido por el cambio de rumbo tan importante, ella no hubiese cambiado tanto en un período de tiempo tan corto ¾Jun Xian no lo dijo en voz alta, pero él había estado pensado sobre esto por un tiempo e incluso había hecho unas cuantas conjeturas.
Todo esto había comenzado luego de que ella hubiese vuelto plagada de aquellas heridas. ¿Qué le había ocurrido?
Jun Qing dudó por un momento antes de finalmente decir que Jun Wu Xie le había dado la semilla de loto justo después de este incidente.
¾¿Semilla de loto? ¾Jun Qing frunció el seño ligeramente. Inicialmente él había pensado que alguien le había puesto algo, pero ahora Jun Wu Xie estaba repentinamente involucrada.
¾Quizás ella me lo dio sin ningún significado en especial o mi cuerpo simplemente no pudo luchar con el veneno. No importa qué, creo que Wu Xie no me lastimaría. Pero tengo que decir, aunque esté cansado ahora, ¡me siento mucho mejor de lo que me he sentido en más de una década! El veneno se filtró profundamente en mis huesos, todos estos años, y aunque no pudo quitarme la vida sí desgastó mi mente y mi espíritu ¾A Jun Qing le preocupaba implicar cada vez más a Jun Wu Xie mientras trataba de explicar de forma precipitada.
Él no estaba realmente exagerando, su cuerpo todavía se sentía muy débil pero su mente estaba muy alerta. También el veneno había hecho imposible que reuniera energía espiritual pero ahora podía sentir unas débiles palpitaciones si trataba de sentir su energía espiritual.
¾¿En serio? No pienses que puedes engañarme. Naturalmente creo en nuestra Wu Xie. Pero si aún sientes alguna incomodidad, no lo escondas ¾sin importa qué, ambos eran su familia y no quería que nada los dañara.
Jun Qing sonrió y asintió mientras movía sus brazos de forma exagerada en un intento para mostrarle a su padre que estaba realmente bien.
Sin embargo,en ese momento, surgió un sentimiento extraño. Su cuerpo se puso rígido mientras pensaba detenidamente.
¾¿Qué ocurrió? ¾Jun Xian preguntó rápidamente cuando vio la expresión extraña que tenía Jun Qing.
Jun Qing tragó saliva mientras tenía una mirada de desconcierto.
¾Mis piernas…
¾¡¿Qué pasa con tus piernas?! ¾preguntó ansiosamente Jun Xian.
¾Las siento un poco…¿adoloridas? ¾la voz de Jun Qing se desvaneció…