La flecha atravesó el cielo, rugiendo y silbando incesantemente.
¡El vacío tembló con fuerza como si la energía aterradora y dominante quisiera arrancar la bóveda del cielo! ¡Fue extremadamente espantoso!
Las pupilas de Luo Danqing se encogieron. Miró a Bu Fang y la llama de su mano se extendió, queriendo forzar al Soberano Shura a retroceder.
Sin embargo, la espada del soberano Shura era como un tumor que se había arraigado profundamente en el hueso. No podía deshacerse de ella ni forzar al soberano Shura a retroceder.
La flecha voló como una estrella fugaz al acercarse a Bu Fang.
Luo Danqing no pudo detenerla.
¡Boom! ¡Boom!
¡Al acercarse la flecha, su imponente aura se hizo más fuerte y aterradora!
Finalmente, la gente giró la cabeza para ver hacia dónde apuntaba la flecha. Tenían una expresión de horror en su cara. Sentían como si una gran mano los sofocara en ese momento.