Ouyang Xiaoyi giró y entró al pequeño callejón en estado de shock, impactada por la larga fila que había adelante.
En la fila, vio un par de rostros conocidos. Algunos eran clientes regulares del local, otros eran unos completos extraños…
—Ya decía que por qué no escuchaba sus ronquidos esta mañana. Así que se escabulleron aquí, al local del jefe apestoso, ¡para beber! —Ouyang Xiaoyi de inmediato había reconocido tres caras familiares, sus figuras se entumecieron al momento en que entró al local. Quiénes más podrían ser que ellos, sus tres idiotas hermanos.
Los tres bárbaros de Ouyang giraron sus cabezas para mirar a Ouyang Xiaoyi. Sus rostros se habían arrugado, mientras mostraban una gran pena dentro de ellos.
Ouyang Xiaoyi estaba un poco sorprendida. Hermanos…¿Pueden dejar de aterrorizar a las personas a plena luz del día?