En la noche oscura, las dos lunas crecientes se entrelazaron, emitiendo un resplandor escalofriante, como si la tierra estuviera enmascarada con un velo de gasa.
El pequeño local de Fang Fang estaba bien iluminado, con olas de niebla caliente flotando hacia afuera. Había aroma en ese aire caliente, y la energía espiritual se fundía en la fragancia. Haciendo que los dos se entremezclaran.
Con el paso del tiempo, el bullicio dentro del local pasó lentamente, y la niebla caliente se desvaneció.
Bu Fang se encontraba de pie a la entrada del local. La multitud estaba completamente a gusto. El pescado a la parrilla de esa noche los hizo comer hasta llenarse, y sus rostros estaban sonrojados por la rica cantidad de energía espiritual dentro del plato. La tierna y jugosa carne de pescado, la fragancia penetrante y la sopa burbujeante, había hecho que todos estuvieran completamente insaciables.