El joven inocente tomó el tazón de cerámica y terminó otro tazón de sopa agria picante. La sopa era tan picante que sus labios estaban manchados de rojo. Jadeaba repetidamente y sudor se formó en la punta de su nariz.
Esta sopa agria picante era demasiado deliciosa. Era difícil imaginar que estaba preparada con ingredientes tan simples.
Si los ingredientes contenían energía espiritual, el joven inocente todavía podría haberlo entendido. Sin embargo… estos eran solo ingredientes normales diarios, no contenían nada de energía espiritual.
La comida preparada con esta clase de ingredientes en verdad sabía mejor que aquellas que contenían energía espiritual. Esto era anormal y estaba más allá de lo que el joven inocente podía comprender.