—Está bien. Gracias por la respuesta.
Fénix Roja le devolvió la sonrisa y se volvió hacia Hao Tian. —El legendario Hao Tian, ¿estás seguro de que ganarás el partido de hoy?
—Ya verás. —Hao Tian no prestó atención a la reportera, como si su cara dijera: «Ahora me estoy concentrando, por favor no me molestes».
Siempre había sido un hombre tranquilo y nunca le había gustado ser entrevistado antes de la batalla. Sentía que usar el tiempo antes de la batalla para preparar su estado mental era lo más profesional que podía hacer.
Además, su oponente era Ajedrez Estrella. Hao Tian no tenía comentarios sobre él. En el círculo profesional, todos sabían que Ajedrez Estrella había empezado su negocio después de la jubilación, pero él había regresado a la competencia después de que su negocio fracasara. Era obvio que quería usar su popularidad para obtener algo de dinero.
Como estaban en caminos diferentes, no había nada de lo que valiera la pena hablar.