Empujando el suelo con ambas manos, logró soportar el peso del enorme montón de lobos en su espalda. Cada lobo pesaba por lo menos ochenta kilos. Si bien fue muy agobiante, Han Xiao finalmente vio una abertura y rápidamente se escabulló, sacando simultáneamente una granada de mano de su ropa y lanzándola debajo de la manada de lobos.
¡Bum!
Un sonido sordo estalló, y miles de fragmentos de granada salieron disparados con las llamas causadas por la explosión. La manada de lobos aullaba tristemente mientras la sangre fresca brotaba de sus cuerpos. La armadura de Han Xiao también estaba salpicada de rojo. Se tambaleó mientras se levantaba, su mano rozó su costado mientras blandía un machete plegable que había sufrido muchas modificaciones. Lo había mejorado recientemente y se podría decir que era una edición de la realeza.
