Los ojos de Nian Xiaomu se entrecerraron. —Shangxin...
—No tienes que consolarme, estoy bien. —dijo Shangxin mientras forzaba una sonrisa.
Hacía que a uno le doliera el corazón al verla luchar por mantenerse entera.
Nian Xiaomu se aferró a su mano.
—Creo que el doctor quiso decir que actualmente no puede encontrar un mejor método de tratamiento para Tang Yuansi. Esto no significa que ya no pueda ser salvado. La ciencia médica está avanzando con tanta rapidez en nuestra era, ¡que podrían encontrar otras formas de tratarlo!
—Sí, no me voy a rendir. Simplemente sentí que, como estar hospitalizado no le ayudaría mucho, podría tener un cambio de ambiente, especialmente porque tampoco le gustaba estar allí. Tal vez su condición mejore a medida que su estado de ánimo mejore.
Shangxin dejó salir una sonrisa genuina esta vez.
Su sonrisa era tan dulce que se podía sentir una sensación de calidez con sólo mirarla.