Por eso, la gente que los rodeaba dejó salir suspiros más fuertes.
Tao Yunyun permanecía indignada y dijo: —No dije tonterías, cada frase mía es cierta con pruebas concretas. ¿Quieres mostrar el video de antes a todos los que están aquí? ¿Te atreves a hacerlo?
*¡Bum!*
Esas palabras cayeron en picada como un trueno y parecían haber enviado gotas de agua salpicando todo el lugar.
Todos estaban tan asombrados que sus ojos se abrieron de par en par cuando escucharon las palabras de Tao Yunyun.
¿Filmación?
¿Qué tipo de material podría haber dado a Tao Yunyun tal aumento de confianza?
La mayoría de los invitados presentes eran hombres y sus miradas hacia Zheng Yan se volvieron llenas de desdén.
A pesar de que estaba vestida apropiadamente en un hipnotizante atuendo, parecía haber sido despojada de su ropa y arrojada a la multitud en ese punto.
Fue estudiada abiertamente por numerosas miradas.