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Cuando él dijo eso, la atmósfera se puso muy tensa.
Ya no seguía bromeando.
Él la vio profundamente y preguntó con lentitud. Era como si él quisiera matarla en cualquier momento.
Era como fuera romperle el cuello si decía: "Sí".
Nian Xiaomu estaba agitada y gritó: —Eras tú quien se estaba metiendo conmigo diciendo que sólo sentías lástima por mí. Estar junto a mí, declararte, comprar el anillo y tú propuesta fue todo por lástima. En vista de que es muy difícil para ti, entonces vamos a terminar. ¡Adiós!
—Nian Xiaomu, ¿eres una cerda? ¿Crees en todo lo que te digo? ¿No puedes darte cuenta de que estaba bromeando?
—…
—Eres tan estúpida. ¿Quién más iba a aceptar excepto yo? —Yu Yuehan le agarró la mano y puso el anillo en su dedo de nuevo.
Él lo deslizó tan duro, como si quisiera asegurarse de que ella nunca más se lo volviera a quitar.
Después le sobó la cabeza y le dijo: —Tonta.