Después de que Nian Xiaomu se hubiera propuesto esa idea, —le dio la dirección de un restaurante y colgó la llamada a la velocidad de la luz.
Para adaptarse al estatus de Yu Yuehan, Nian Xiaomu desenterró sus ahorros de toda la vida y eligió un restaurante de clase alta.
Antes de la hora acordada, llamó a un taxi y se dirigió al restaurante con antelación.
En un intento de copiar a Yu Yuehan, le indicó al restaurante que la ayudara a planificar una sorpresa.
—Señorita, ¿tiene listo un regalo para su novio? —preguntó el mesonero.
Cuando Nian Xiaomu escuchó eso, se sorprendió y sacudió la cabeza.
Había decidido invitar a Yu Yuehan a una comida a último momento. ¿Por qué ella tendría que pensar en comprar regalos?
Además, a Yu Yuehan no le faltaba nada.
Como consecuencia, ella no podía pensar en un regalo para darle.
—En ese caso, ¿sabe lo que le gusta generalmente? —preguntó nuevamente el mesonero.
—...