Los hombros de Nian Xiaomu se movieron con inquietud.
Ella no podía ver qué aspecto tenía en ese momento y sólo podía sentir la mirada de él, la cual abrasaba su piel centímetro a centímetro, dándole un toque ardiente.
El fino cabello que caía por todo su cuerpo se levantaba incontrolablemente.
Ella era incapaz de soportarlo y quería acercarse para cubrirlelos ojos.
—Puede que no llegue a tener suficiente de esta vista en la vida —dijo él. Con una mirada profunda, la comisura de la boca de Yu Yuehan se curvó en una sonrisa amorosa.
Tomó su mano y se acercó a un espejo que había en la sala.
Sus rasgos faciales eran únicos y tenía una cara excepcionalmente hermosa.
El collar de diamantes resaltaba en todo su cuerpo, el cual, además, hacía que ella proyectase un aura aristocrática. Se complementaba muy bien con el minivestido negro y ambos artículos sacaban uno lo mejor del otro.
Nian Xiaomu también se sorprendió.