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Chapter 39 - Capítulo 39 – Una Única Desgracia.

Xiao Liuliu corrió hacia la habitación con sus tiernas manitos todavía cubriendo sus ojos.

Inclinó su cabeza y miró rápidamente.

Luego, preguntó con voz de bebé: —Hermana Bonita, ¿estás quitándole la ropa a mi papi?

—¿…quitándole la ropa? —Nian Xiaomu quedó perpleja.

¡Ella sólo lo ayudaba a quitarse la ropa por buena voluntad!

—Xiao Liuliu, lo que tu viste no era verdad. No le quité la ropa a tu papá. El mismo se la quitó…

Mientras Nian Xiaomu comenzaba a explicar, la Matriarca Yu (quien iba caminando detrás de Xiao Liuliu) anduvo lentamente hacia la habitación.

Al ver esta escena, ella quedó

 un poco asombrada.

Acto seguido, ella alcanzó a Xiao Liuliu, le cubrió sus ojos y la abrazó.

—Xiao Liuliu todavía es una niña, entonces me la llevo ahora. Ustedes pueden continuar, continuar… 

Con una sonrisa de oreja a oreja, la Matriarca Yu se volteó y salió con Xiao Liuliu cargada en brazos.

Una risa clara y fresca se sintió desde la entrada del salón principal (todo el trayecto) hasta el piso de abajo.

—¡…!

Ella sólo le estaba colocando un vendaje a su herida. Nada sucedió.

¿Ahora alguien le creería si ella lo explicaba?

—Yu Yuehan, ¿por qué no dijo ni una palabra justo ahora? ¡Yo no le quité la ropa! —Nian Xiaomu se volteó y fulminó con la mirada al caballero detrás de ella.

No obstante, no hubo cambios en su expresión y continuó vistiéndose lentamente.

Al escucharla, levantó su mirada y la vio detenidamente.

—¿No fuiste tú quien me la quitó?

—¡Por supuesto que no! ¡Ya se había quitado la ropa cuando yo entré! —Nian Xiaomu se aproximó hacia él y señaló la camisa que había lanzado en el piso.

—Pero ya me has visto desnudo —respondió Yu Yuehan pausadamente, con sus conmovedores ojos negros.

—…—Nian Xiaomu se quedó sin argumentos. Yu Yuehan parecía tener la razón.

La escena anterior asaltó su mente. Cuando miró a Yu Yuehan otra vez, ya se había vestido. Sin embargo, su imagen desnuda apareció ante sus ojos…

Yu Yuehan mostró una media sonrisa con satisfacción cuando vio sus mejillas ruborizadas.

Al pasar a su lado, él alborotó el ambiente del cuarto;

Nian Xiaomu lo miró de forma inexpresiva, a medida que él desaparecía de su vista. Cuando recobró sus sentidos, ella misma se abofeteó la cabeza.

¡Realmente estaba ensimismada al pensar en él!

Aunque había visto su torso desnudo, ¡no fue ella quien le quitó su ropa!

En la biblioteca

Yu Yuehan observó a Nian Xiaomu a través de las cámaras de seguridad, quien jugaba el juego de los borradores con Xiao Liuliu en la sala.

Esa mirada seria que ella tenía cuando estaba al cuidado de Xiao Liuliu era verdaderamente profesional.

Si no fuera por sus antecedentes misteriosos, él no hubiera sospechado acerca de su identidad…

Cuando escuchó los pasos desde afuera, cerró su laptop con un movimiento rápido.

Al elevar su mirada, observó a la Matriarca Yu entrando a la biblioteca con su bastón en la mano.

—Abuela —Yu Yuehan se levantó de la mesa de la biblioteca y caminó a su encuentro.

—No me asistas. Esta anciana todavía puede caminar por su cuenta. —La Matriarca Yu lo rechazó y se sentó directamente en la mesa de la biblioteca. Le hizo señas para que se sentara.

Una expresión estricta y circunspecta se observó en su rostro amigable y benevolente.

Con sus manos puestas sobre su bastón, ella suspiró y dijo: —La Abuela tiene casi 70 años. Estoy vieja.

—Abuela, vas a llegar a los cien años…

—No trates de convencerme, déjame terminar la idea —La Matriarca Yu lo observó y continuó— He visto y experimentado todo en mi vida, pero lo único que me preocupa son tú y mi pequeño encanto.

—…

—Dime con honestidad. Después de una larga búsqueda ¿Tienes alguna noticia sobre la madre de mi pequeño encanto —La Matriarca Yu preguntó con vehemencia.

El rostro de Yu Yuehan se volvió sombrío. Después de cierto rato, finalmente respondió: —No.

¡Esta fue la única desgracia que él atrajo al tomar las riendas de la Familia Yu!

De repente, tenía una hija. Pero ni siquiera podía encontrar a su madre.