Las cortas palabras se dispararon a través de la multitud como una flecha ardiente, encendiendo sus ojos.
Hizo que sus corazones latieran y que sus pulsaciones se aceleraran.
Solo por la frase de la joven, algunos ya no pudieron contener su anticipación mientras apretaban sus manos en puños apretados.
Sabían que el nuevo rey jugador de la Zona C, con el que estaban más que familiarizados, ¡por fin había vuelto!
—Ya viene. —Eso vino de Yin Wuyao cuando bajó su mano, sus ojos mirando a la gran pantalla.
En el mapa, Qin Mo y Bo Jiu se movían como flechas veloces a través del desierto.
Se movieron en tándem, deslizándose por los arbustos tan rápido que los hizo volar. Ninguno de ellos estaba ni una pulgada detrás del otro mientras se movían hombro con hombro, ¡una vista para contemplar!