Ese era un físico diferente del suyo, fuerte y firme, duro y cálido.
Bo Jiu sintió que su corazón se salteaba un latido mientras miraba a Qin Mo.
El Todopoderoso cogió una botella de agua mineral naturalmente antes de inclinar su cabeza hacia atrás y tomar una bocanada, mientras todos la observaban.
Bo Jiu giró, intentando evitar esa cierta posición.
Independientemente de cuán libre de espíritu fuera ella, se ruborizó.
A pesar de que sintió como si se estuviera aprovechando de él, ella no se sintió aliviada.
El Todopoderoso todavía se inclinaba contra la puerta del auto. Cuando detectó sus acciones, estrechó los ojos antes de mover la botella a un lado. Tapó la botella y levantó una ceja oscura. En mitad de los sonidos del auto, susurró:
—¿No temes que habrá una reacción si sigues moviéndote?
¡Thud!
El auto se encendió y ella se deslizaba hacia el suelo, ocasionando una ola de calor.
