Le ordenó a Wu Zhen que le pasara el teléfono al oficial a cargo.
Wu Zhen escuchó la autoridad en su voz, preparada para que el asunto se resolviera.
Sin embargo, el oficial respondió firmemente: —Este asunto está fuera de su alcance, no tiene autoridad para interferir.
Cuando Wu Zhen respondió a la llamada, comenzó: —Sobrina, este asunto no es tan simple, las tropas deben estar investigando algo, no suenan como soldados comunes. Será mejor que vuelvas.
Fue un consejo amable, pero Wu Zhen no estaba en absoluto agradecida.
Le echó la culpa a su bajo rango, un hombre aparentemente fuerte, que ni siquiera podía controlar a un soldado de campo.
Mientras Wu Zhen seguía pensando en formas, el oficial a cargo la miró fijamente.