Cuando el nombre pasó por su mente, hasta su respiración se hizo más lenta.
«¡BANG!»
Tanto el cómic que cayó al suelo como la expresión de la cara de Hoshino dejaron a la persona con cara de muñeca desconcertada.
—Vice-capitán, ¿qué pasa?
Hoshino hizo una ligera pausa antes de quitarse los auriculares, su mirada se centró en la pantalla. Su camisa blanca a juego con el suéter caqui desprendía una cálida emoción.
Cualquiera que lo conociera podría decir que algo andaba mal.
—¿A qué equipo pertenece?
Hoshino señaló hacia la pantalla. En ese momento, la joven sonrió, con los ojos brillantes y los dientes relucientes.
—¿Ah? ¿Él? Parece ser de la Supreme Alliance, definitivamente no es de Xiangnan.
El equipo de Xiangnan era el único equipo chino que consideraban digno.
Pero aun así, no necesitaban toda su fuerza para ganar contra ellos, y mucho menos para decir los otros.