Bo Jiu aún podía seguir adelante durante la competición, pero ahora que había terminado, el dolor era insoportable.
Una vez que salieron de la arena, pidió otro cigarrillo.
Sin embargo, justo después de una bocanada, fue arrebatado por el Todopoderoso.
Su profunda mirada se extendió por las manos de la joven, sus frías profundidades. —Llévalo o llévalo a cuestas, elige uno.
Fu Jiu dio un paso atrás, sonriendo levemente. —Hermano Mo, no soy tan débil.
Qin Mo no quería perder el tiempo con el tema, inclinándose para llevarla en sus brazos.
En ese momento, algunos de los aficionados que aún estaban por ahí se pusieron furiosos.
Bo Jiu se calmó, concluyendo que eso era mejor que llevarla a cuestas. Al menos, esa parte no estaría presionada contra la espalda del Todopoderoso.
¡Sí, claro!
Feng Yi quería acariciar su cabeza de nuevo, predijo un aumento en el número de llamadas que iba a recibir después de hoy.