—¿Un tanque tan ágil? ¡Debe haber un error! —El arquero japonés se quejó.
Hoshino entrecerró sus ojos, la muerte previa de su compañero de equipo no había sido coincidencia, había sido debido a la velocidad y las habilidades del tanque que lo habían pillado desprevenido.
Hoshino presionó sobre sus audífonos.
—Asesino.
—Aquí. —Alguien respondió.
Hoshino soltó su brazo pero no paró de hablar.
—Infíltrate al centro de su carril inferior.
—¡No hay problema! —Con un gran movimiento, el asesino se volvió invisible, lo que significaba que ya no estaba en pantalla.
—Ataquen. —Hoshino dio su segunda orden.
De acuerdo a la lógica, las probabilidades de ganar eran altas debido a que su tanque solo tenía la mitad del HP y su arquero también había perdido HP en el derribo anterior.
Solo su asesino estaba en el carril inferior, mientras el resto atacaba el frente.