Al escuchar eso, Fu Jiu sonrió.
Ella levantó la barbilla muy lentamente y tenía la mano todavía en el bolsillo, mientras que se le acercó a Wu Zhen.
—Señorita Wu, tu consejo llega un poco tarde, ya tuve pensamientos sobre él.
Wu Zhen se congeló al instante y la mirada empezó a hundírsele poco a poco.
¿Ese joven no estaba al tanto de la identidad de ella?
—Entonces, es una lástima.
Wu Zhen permaneció tranquila.
—Originalmente, planeaba mantener buenas relaciones con los amigos del hermano Mo, pero creo que es un poco difícil.
Fu Jiu le sacó el envoltorio a otro chupetín y solo dijo tres palabras: —Lo que sea.
La despreocupación del joven enojó a Wu Zhen y las palmas de las manos se tensaron en puños.
Esa era la primera vez que alguien le hablaba de esa forma y él claramente no sabía con qué se enfrentaba.
