Obviamente, Fu Jiu vio los movimientos de Qin Mo. Aunque ella estaba cubierta por completo desde la nariz para abajo, todavía podía ver.
Por lo tanto, pudo ver perfectamente las expresiones faciales del Todopoderoso.
Al ver lo silencioso que estaba, Fu Jiu de repente sintió que quería molestarlo un poco, así que se acomodó la bufanda y giró al costado para mirar a los chicos del secundario que se juntaron alrededor de ellos. Curvó hacia arriba los labios y miró de manera apuesta y coqueta, mientras que provocaba: —¿Quieren ver cómo nos besamos?
Ella ya se veía suficientemente apuesta con la mitad del rostro cubierto, ni hablar de cuando tenía todo el rostro expuesto.
Ni siquiera las chicas de Tokyo podían soportar esa tentación.
¡Además, lo que el joven hombre acababa de decir era muy provocativo!
Si entendieron lo que dijo correctamente…
¿Si querían verlos besarse, lo harían por ellos?
¿Es eso así?
