Qin Mo notó obviamente la mirada del secretario Liang, y ¡lo miró de forma indiferente, con ojos extremadamente fríos!
El secretario Liang tembló, y se tragó sus preguntas con dificultad. Quedó mirando esos deslumbrantes suéteres blancos por el espejo retrovisor.
Pronto había una entrevista de la competencia de juegos de video. Si el CEO Qin aparecía vestido de esta forma, atraería mucha atención de los medios. Después de todo, el CEO Qin nunca usaba nada como esto en público
Fu Jiu estaba hambrienta después de comprar por tanto tiempo, y Qin Mo escuchó el ruido que venía del estómago del joven. Le pidió a la gente que trajeran una pila de comida, y todo fue arrojado a los brazos del joven.
—Solo toma lo que sea que quieras comer.
Fu Jiu no era quisquillosa para comer, y lo que más le gustaba era la carne, así que tomó una hamburguesa de pollo de Burger King [1]y le dio una gran mordida con rapidez.