Fu Jiu se dio cuenta de que este dios debía estar borracho, porque en el momento en el que Qin Mo se acercó a ella, su aliento sopló en su cara, seguido por un leve aroma a vino. Dijo una oración extraña.
—Incluso el mejor teléfono, una vez tomado de tu mano, solo es una decoración.
Fu Jiu dijo, con una expresión perpleja: —¿Hm?
Originalmente, Qin Mo había preparado una manera de disciplinar al joven. Luego de ver la cara de Fu Jiu, su resolución se debilitó.
Era un hermano mayor iluminado.
Este joven, principalmente necesitaba ser cuidado durante el periodo rebelde de la adolescencia.
Obviamente, culpar al joven otra vez por sus errores no era apropiado.
Pensando esto, Qin Mo retrajo su mirada y le ordenó al chofer: —Al SOHO de la Vía Láctea.
¿SOHO de la Vía Láctea?
¿El mall?
¿Que iban a hacer allá?
Fu Jiu no podía seguirle el paso a este hombre, aunque fuera un poco.