¿Entrenador?
Qin Mo estaba entre la audiencia que miraba la transmisión en vivo. Los largos y delgados dedos de él sostenían un cigarrillo. Miró esas palabras y se aflojó la corbata con las manos. Las piernas estaban un poco cruzadas, mientras que estaba sentado en el sillón de la alta sociedad, que estaba hecho con cuero genuino. La comisura de la boca estaba curvada en un arco sólido.
Con la habilidad de él, ¿se atrevió a entrenar a su hermano menor?
Al pensar en el procedimiento limpio y elegante de ese joven y apuesto hombre, otra vez miró a Liang Xuguang, quien era engreído. Qin Mo de repente se dio cuenta de que su hermano menor era un millón de veces mejor que ese hombre. Hasta sería mejor, si dejara ese hábito de coquetear que tenía.
Obviamente, el todopoderoso Qin no se dio cuenta de que se había vuelto un maniático obsesivo con el hermano menor.
