En ese instante, toda la ternura fue borrada y el calor se detuvo abruptamente.
Qin Mo se calmó mientras Bo Jiu apretaba su mano en su abrazo.
Qin Mo bajó sus párpados, recorriendo su cara. Sus labios estaban en una línea apretada, sus cejas gruesas y pesadas, y sus bonitos ojos parecían un vórtice sin una sola ondulación. Su mirada era fría, sus emociones aparentes.
Los que le conocían estaban acostumbrados a su elegancia y aplomo incluso cuando estaba en una pelea, pero ahora, irradiaba una tensión espantosa que mantenía a los demás alejados.
Todavía lloviznaba afuera cuando Qin Mo la colocó bajo la manta debido a la baja temperatura.
Bo Jiu se deslizó dentro y fuera de su sueño. En su aturdimiento, podía oír a alguien preguntar: "¿Por qué tienes que irte?"
Era una voz profunda que era ligeramente áspera.
En su agotamiento, Bo Jiu se sumió en un sueño más profundo.
