Desde su ángulo, el joven jugueteaba con algo con su cabeza baja.
Después de un momento, preguntó: —Hermano Mo, necesito usar tu computadora para leer la información que Feng Yi envió.
—Mmh. —Qin Mo cerró la revista.
Bo Jiu puso su teléfono a un lado sin cerrarlo, la pantalla brillante mostraba una imagen de ambos en la cama.
Qin Mo observó como la pantalla se oscurecía, el calor regresaba a sus ojos.
Bo Jiu era un hacker que respetaba la privacidad de los demás, cuando ella vio el bloqueo del portátil, se volvió para echar un vistazo a Qin Mo. Entonces no pudo resistir el impulso, desbloqueando su portátil antes de volver a cerrarlo. —Hermano Mo, ¿cuál es la contraseña?
—Mojiu, sin espacio. —Qin Mo levantó los ojos—. ¿No lo habías resuelto? ¿No lo recuerdas?
Bo Jiu: ... Hackeó el sistema por puro interés y no había prestado atención a la contraseña.
Pero Mojiu... Esa contraseña...