¿Muerto y renacido?
¿Renacimiento?
Hoshino liberó al joven, con sus pupilas temblando. —Entonces, ¿la actual tú?
—El cuerpo de otra persona. —Bo Jiu miró por la ventana. Su perfil lateral era perfecto, pero borroso—. No sé quién soy ahora.
¡Sonó un fuerte rugido!
Un trueno ensordecedor atravesó el aire.
Un rayo de luz salpicó la cara del joven. Aunque estaba en el rincón más oscuro con las manos en los bolsillos, su sonrisa no flaqueó. —¿Necesito verificar mi identidad?
—No es necesario. —Hoshino echó un vistazo a la persona que estaba delante, tratando de digerir la información. Gradualmente, un suave brillo volvió a sus ojos, pero había otra emoción en su interior.
Muerto y renacido.
La muerte. ¿Cómo era?
Hoshino apretó ambas manos. No podía imaginarse una vida sin ella.