—Esto es solo el principio, así que no hay mucho en él. Cuando estemos después en el campeonato nacional, cada jugador va a tener su propia parte, así que agárralo.
Fu Jiu se rio ligeramente y miró a Xue Yaoyao, como si le dijera: ¿Ves? Solo tú puedes aprovechar al máximo este dinero. Nosotros, los niños ricos, no necesitamos de verdad este dinero del premio.
Xue Yaoyao entendió. Su Alteza Jiu la ayudaba a aceptar el dinero de la manera más adecuada posible.
Agachó la cabeza y tomó la tarjeta. La voz sonó un poco ronca cuando contestó: —Gracias.
—¡No-no-no hace falta, es nuestro-nuestro-nuestro placer!
Feng Shang se movió ahora y entrecerró los ojos cuando sonrio.
—Nosotros-nosotros-nosotros solo tenemos una chica en el equipo. Tú-tú-tú eres nuestra consentida hermana menor ahí¡Nosotros-nosotros-nosotros te apoyamos!