Gran tía[1]...
¿Por qué hoy?
Fu Jiu se miró los pijamas, los cuales tenían manchas de sangre. Los ojos se le oscurecieron. Se los sacó enseguida y, rápidamente, se lavó el cuerpo con agua caliente.
Su estómago estaba al fin caliente, pero no pudo encontrar ninguna toallita, así que simplemente se puso una capa suave de pañuelos en la bombacha, como una alternativa.
Era solo que… No estaba segura de si no habría sangre también en las sabanas.
Los labios de Fu Jiu se volvieron pálidos y se miró en el espejo. Frunció el ceño, ese era el peor momento para tener el período.
Por suerte, no le vino cuando ese dios le estaba dando clases particulares de física. De otro modo, la hubieran atrapado con las manos en la masa.