En ese momento dentro del campamento, las luces todavía estaban encendidas en el segundo piso de un edificio. Alguien estaba realizando una prueba psicológica a todos los soldados, pero parecía que no podía concentrarse. Era la tercera vez que Qin Mo levantaba la cabeza para mirar hacia la puerta de la habitación.
El olor de la ducha era fresco en el aire, el aroma del jabón persistía.
Qin Mo se sintió incómodo al no verla hoy.
La siguiente vez que miró el reloj, Qin Mo tomó su chaqueta y salió de la habitación hacia el dormitorio de Bo Jiu.
En ese momento, Prince acababa de terminar sus diez rondas de castigo y se había desplomado en la cama como un cadáver. Fue una pena que no estuviera en el lugar correcto. Estaba acostado en la cama de Bo Jiu.
Eso fue lo primero que apareció cuando Qin Mo entró en la habitación. Sus cejas bellamente definidas se arquearon.
