Como una pesadilla que cayó del cielo, el Tornado de la Muerte se tragó todo lo que estaba vivo.
El Toro de una Pata gritó en voz baja. Gao Peng almacenó a todos los otros Familiares en su Espacio Familiar. Gran Mar Gordo colocó los artefactos divinos en el altar y los transformó en una pantalla para defenderse del Tornado de la Muerte.
Para su sorpresa, en realidad había algunos Preceptos de Muerte mezclados en el Tornado de Muerte. A pesar de que era sólo una pizca, en última instancia seguía siendo un precepto. Ningún ser vivo tenía la energía adicional para ayudar a los demás.
¡Clang!
La hoz fatal rompió la figura blanca frente a Zhu Yan. La carmesí sangre fresca floreció como una flor.
"¿Por qué eres tú?" Zhu Yan estaba aturdido.
El alma de Bai Ze fue arrancada de su cuerpo. Zhu Yan podía leer las palabras que pronunciaba en silencio.
—Sigue viviendo.
—¡¡¡¡No!!!!
