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Chapter 15 - Capítulo 15 - La Invitación

Una ola de emociones tumultuosas se levantó en su corazón después de que escuchó a Dunn. Instintivamente, murmuró: —¿Por qué?

«¿Los Beyonders tienen graves peligros ocultos? ¿Tanto que el poder judicial interno de la Iglesia y los Beyoners, quienes se encargan de fenómenos extraños, también son propensos a los problemas?»

Dunn se recostó en su asiento. Su expresión y tono se mantuvieron igual.

—Eso no es algo que necesites entender. Tampoco es algo que puedas entender, a menos que te conviertas en uno de los nuestros.

Se quedó mudo por un momento, después de lo cual se sentó y le preguntó en un tono que era medio dudoso y bromista.

—Si no puedo entender, ¿cómo es posible que tome la decisión de unirme?

Y no unirse significaría que no podría entender. Esto terminaría en un punto muerto...

Dunn Smith sacó la pipa una vez más, la colocó contra su nariz y la olfateó.

—Es probable que me malinterpretaras; un miembro del personal civil también es uno de los nuestros.

—En otras palabras, ¿siempre y cuando me convierta en uno de los miembros de su personal civil, podré entender los secretos relevantes, descubrir los peligros ocultos que plagan a los Beyonders y los peligros que pueden encontrarse, así como considerar si quiero convertirme en un Beyonder más tarde? —reorganizó sus pensamientos y parafraseaba lo que Dunn había compartido.

Dunn sonrió y dijo: —Sí, ese es el caso, excepto por un punto. No puedes simplemente convertirte en un Beyonder solo porque quieres, ya que cada iglesia es igual de estricta en ese aspecto.

«Sería extraño que las iglesias no fuesen estrictas...»

Refunfuñó en silencio, mientras que agregaba con un tono más intenso junto con un lenguaje corporal más fuerte: —¿Qué hay de los miembros del personal civil? Eso también debería ser bastante estricto, ¿verdad?

—No debería haber ningún problema si eres tú—dijo Dunn con los párpados medio cerrados mientras olfateaba la pipa con el rostro parcialmente relajado. Sin embargo, no la encendió.

—¿Por qué? —preguntó mientras estaba una vez más atrapado por la duda.

Al mismo tiempo, bromeó en su interior.

«¿Así que mi singularidad y halo como transmigrador son similares a las luciérnagas en la noche, tan brillante y sobresaliente?»

Dunn abrió sus párpados entre cerrados, sus ojos de color plateado reflejaban la misma tranquilidad que antes.

—Primero, lograste sobrevivir sin nuestra ayuda en tal situación. Ciertas cualidades excepcionales no están presentes en otros. Por ejemplo, la suerte. Las personas afortunadas a menudo son bienvenidas.

Al ver que la expresión de Klein se había tornado vacía, Dunn sonrió levemente.

—De acuerdo, trata esto como un comentario humorístico. Segundo, eres un graduado del departamento de historia de la Universidad de Khoy; eso es algo que necesitamos con urgencia. Aunque un creyente del Señor de las Tormentas, Leumi, percibe a las mujeres de una manera que es repugnante, sus puntos de vista sobre la sociedad, las humanidades, la economía y la política siguen siendo incisivos. Antes dijo que los talentos son clave para mantener una ventaja competitiva y un desarrollo positivo, un punto con el que estoy muy de acuerdo.

Al darse cuenta de que Klein fruncía un poco el ceño, explicó de manera casual: —Deberías poder imaginar que a menudo nos encontramos con documentos y objetos de la Cuarta Época o anteriores. Muchos cultos y herejes han tratado de obtener poder de esas cosas. A veces, esos objetos pueden llevar a cosas extrañas y terribles.

—A excepción de los Beyonders en campos especiales, la mayoría de nosotros no somos buenos con nuestros estudios, o hemos pasado esa edad.

Habiendo dicho eso, señaló su propia cabeza, y una esquina de su boca se levantó ligeramente como si se estuviese burlando de sí mismo.

Luego dijo: —Esos secos y aburridos conocimientos siempre nos ponen a dormir. Incluso los Desvelados no pueden evitarlo. En el pasado, cooperaríamos con historiadores o arqueólogos, pero eso planteaba el riesgo de exponer secretos, y podrían ocurrir contratiempos con esos profesores no involucrados y profesores asociados. Por lo tanto, la adición de un profesional en nuestras filas es difícil de rechazar.

Klein asintió ligeramente y aceptó la explicación. Con sus pensamientos desorganizados, preguntó: —Entonces, ¿por qué no directamente, ehmm, desarrollan uno?

Dunn continuó: —Eso me lleva al tercer punto, que también es el punto final y más importante. Ya has pasado por una prueba similar, por lo que invitarte no viola la cláusula de confidencialidad. Con respecto al desarrollo de otros, asumiré la responsabilidad de exposición si falla. La mayoría de los miembros de nuestro equipo, los miembros de nuestro personal civil, provienen de la Iglesia.

Después de que terminó de escuchar en silencio, preguntó con curiosidad: —¿Por qué son tan estrictos con el mantenimiento de la confidencialidad? ¿Difundir las noticias públicamente a más personas y aumentar la conciencia no disminuiría las posibilidades de que vuelva a ocurrir un error similar? El mayor temor proviene del miedo a lo desconocido; podemos hacer que lo desconocido se haga conocido.

—No, la estupidez de la humanidad va más allá de tu imaginación. En realidad, lleva a más personas a emular esos actos, creando más caos e incidentes más graves —sacudió la cabeza y respondió.

Lo reconoció mientras respondía con comprensión: —La única lección que los humanos pueden aprender de la historia es que no obtienen ninguna lección de la historia, y siempre están repitiendo las mismas tragedias.

—Esa famosa cita del emperador Roselle está llena de mucho significado filosófico —coincidió Dunn.

«... ¿El Emperador Roselle dijo eso? Ese transmigrador predecesor realmente no dejo a los 'recién llegados' ninguna oportunidad de lucirse...»

No sabía cómo seguir las palabras de Dunn.

Dunn tornó la cabeza y miró por fuera del carruaje. La tenue luz amarillenta de las farolas se entrelazaba para mostrar el esplendor de la civilización.

—...Hay un discurso similar en el poder judicial de las principales iglesias. Esa puede ser la razón principal de la estricta confidencialidad y la prohibición de que las personas comunes sepan.

—¿Qué? —preguntó al despertarse su interés, complacido de que parecía estar espiando secretos.

Dunn giró la cabeza; sus músculos faciales se estiraron tan poco que apenas era visible.

—La fe y el miedo traen problemas. Más fe y más miedo traen más problemas, hasta que todo es destruido —después de que dijo eso, sentenció—: Además de orar por bendiciones y la ayuda de los dioses, los humanos no pueden resolver sus verdaderos problemas.

—La fe y el miedo traen problemas. Más fe y más miedo traen más problemas... —recitó en silencio, pero no pudo entenderlo del todo.

Lo que seguía a continuación fue el miedo a la incertidumbre que venía de lo desconocido. Era como las sombras oscuras formadas por las luces de la calle. En la oscuridad sin luz, parecía que había muchos pares de ojos de aspecto cruel y bocas abiertas.

Mientras el caballo galopaba con vigor y agilidad y las ruedas del carruaje avanzaban con vista hacia la Calle Cruz de Hierro, Dunn rompió el silencio e invitó formalmente a Klein: —¿Te gustaría unirte a nosotros como miembro del personal civil?

En su mente, surgieron múltiples pensamientos, haciéndolo dudar. Contempló y preguntó: —¿Puedo tener algo de tiempo para considerarlo?

Dado que ese asunto tenía serias implicaciones, no podía tomar la decisión de forma imprudente y apresurada.

—No hay problema, solo dame una respuesta antes del domingo —asintió Dunn y agregó—: Por supuesto, recuerda mantener esto en secreto y no divulgues la información sobre Welch a nadie, incluidos tu hermano y hermana. Una vez que eso sea violado, no solo les darás problemas, sino que también tendrás que asistir a una corte especial.

—Está bien —respondió con gravedad.

El carruaje se sumergió de nuevo en el silencio.

Al ver que se acercaban a la Calle Cruz de Hierro y ya casi estaba llegando a casa, de repente pensó en una pregunta. Dudó unos segundos antes de hacerla: —Señor Smith, ¿qué tipo de salario y beneficios recibe el personal civil?

«Esa es una pregunta bastante seria...»

Sorprendido por un momento, Dunn sonrió al instante y respondió: —No hay necesidad de que te preocupes por ese asunto. Nuestros fondos están garantizados por la Iglesia y el departamento de policía. Para el personal civil recién registrado, los salarios semanales se ubican en dos libras con diez solis. Hay diez soli adicionales como compensación por el riesgo y la confidencialidad. Todo eso sumará un total de tres libras. Eso no es menos que un profesor universitario verificado. Después de lo cual, tu salario aumentará gradualmente de acuerdo con tu experiencia y contribuciones. En cuanto a los miembros del personal civil, el contrato generalmente es de cinco años. Después de cinco años, puedes renunciar si ya no estás dispuesto a quedarte. Solo tienes que firmar un acuerdo de confidencialidad de por vida y no se te permite abandonar Tingen hasta que se otorgue el permiso. Si deseas mudarte a otra ciudad, lo primero que debes hacer es registrarte con el Halcón Nocturno local.

—Por cierto, no hay fines de semana y solo se puede trabajar por turnos. En todo momento, debería de haber tres empleados civiles de servicio y, si deseas ir al Sur o a la Bahía Desi para unas vacaciones, deberás organizarlo con tus colegas.

Justo cuando terminó de hablar, el carruaje se detuvo y el edificio de donde residían Klein y sus hermanos apareció a un lado.

— Ahora lo entiendo —se dio la vuelta y bajó del carruaje. Se detuvo a un lado y le preguntó—: Por cierto, señor Smith, ¿dónde lo encuentro después de tomar mi decisión?

Dunn soltó una carcajada profunda y baja antes de decir: —Ve a la 'Taberna el Sabueso' en la Calle Besik y encuentra a su jefe, Wright. Dile que quieres contratar a un pequeño escuadrón de mercenarios para una misión.

—¿Eh? —preguntó confundido.

—Nuestra ubicación también es confidencial. Antes de que aceptes ser uno de nosotros, no puedo decírtelo directamente. Muy bien, Sr. Klein Moretti, también le deseo dulces sueños esta noche —dijo sonriendo mientras hablaba.

Klein se quitó el sombrero y saludó, observando cómo el ritmo del carruaje que se alejaba gradualmente.

Sacó su reloj de bolsillo.

*Clic*

Lo presionó para abrirlo y vio que eran apenas un poco más de las cuatro de la mañana. La calle estaba llena de una brisa fresca y relajante. La tenue luz amarillenta de las farolas iluminaba el entorno.

Respiró hondo y recibió el profundo silencio de la noche que lo rodeaba.

El distrito más concurrido y ruidoso del día podía estar sin vida y tranquilo por la noche. Eso era un crudo contraste con las observaciones silenciosas y la sesión con la médium en la residencia de Welch.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que, sin saberlo, la parte posterior de su camisa de lino estaba empapada en sudor; frío y pegajoso.