Después de ver a Liu Yan asesinado por Nie Li, el diácono Yun Hua se fusionó con su Tigre Estrella Negra. Dejó escapar un furioso resoplido y lanzó una patada hacia Nie Li.
¡Boom!
La patada cayó sobre el abdomen de Nie Li e hizo que volara varios metros, hasta que se estrelló contra un árbol y cayó lentamente.
El diácono Yun Hua bajó la cabeza y miró el cadáver de Liu Yan que estaba en un charco de sangre. Resopló preso de una rabia imponente. Sentía que la fuerza de su oponente no era tan grande. Sin embargo, había sido capaz de matar a dos de sus subordinados. ¿Cómo podía no estar enojado?
—¡Maldición! —gruñó el diácono Yun Hua y pateó el cadáver de Liu Yan. Su subordinado estaba completamente muerto. La herida en la parte posterior de su cabeza había sido fatal. Después de ser apuñalado allí, no había posibilidad de sobrevivir.
