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Chapter 36 - Capítulo 36 – Numerología

Mientras corría con Ye Ziyun y evitaba a los Simios Armados Azules Gigantes normales, la noche se hizo más oscura. Si seguían avanzando, sería fácil encontrarse con peligros.

—¡Acampemos en este lugar! —dijo Nie Li mirando a Ye Ziyun.

Aunque era una noche oscura, Ye Ziyun mostraba tener mucho más coraje que el promedio de las chicas. Sus ojos cristalinos miraron el bosque espeso y distante y pudo ver una sombra.

—¿Qué es eso? —preguntó Ye Ziyun, perpleja.

—Parece ser un edificio —dijo Nie Li, frunciendo un poco el ceño. Debía ser un edificio en ruinas.

—Vamos a echar un vistazo —sugirió Ye Ziyun, mientras se acercaba al lugar dando zancadas. La ponía un poco nerviosa estar a solas con Nie Li. Al fin y al cabo, era la primera vez que pasaba la noche con un muchacho. Aunque sabía que Nie Li no le haría nada, su corazón latía nerviosamente. Por ese motivo, intentaba desviar su dirección. Nie Li la siguió de atrás y se dirigió hacia el lugar.

—¡Esto podría haber sido una estatua! —dijo Nie Li. No podía distinguir qué representaba la escultura porque esta se había derrumbado.

Eran rastros vagos de la civilización que había existido antes de la Era de la Oscuridad.

—¿Qué son estas palabras? —preguntó Ye Ziyun mirando a Nie Li.

Había una tabla de piedra debajo de la estatua. Nie Li quitó el polvo de la superficie y, gracias a la luz de la luna, pudo ver con claridad las palabras que estaban sobre ella.

—Este era el lenguaje del Imperio Sagrado —explicó—. Y dice: "aquellos que me sigan serán honrados". ¡Qué palabras!

Probablemente eran las palabras de algún tirano de gran poder e importancia. Pero, ¿de qué le había servido? Eventualmente él y su imperio habían sido tragados por la marea de espíritus demoníacos. Quien en algún momento había sido una persona formidable había acabado como basura y dejado como legado en una estatua rota.

—Nie Li, ¿cómo has aprendido el lenguaje del Imperio Sagrado? —preguntó Ye Ziyun, llena de curiosidad con respecto a ese asunto. Existían pocas personas que sabían algo del lenguaje del Imperio Sagrado.

—¿Cómo lo aprendí? —sonrió Nie Li. Realmente no podía afirmar que supiera todo acerca de la era del Continente Divino, su lenguaje y sus técnicas de cultivación.

—¡Si no quieres contarme, olvídalo! —dijo Ye Ziyun, haciendo una mueca.

Nie Li se encogió de hombros. No era que no quisiera decirlo, sino que, si se lo hubiera explicado a Ye Ziyun, ella no habría podido entenderlo.

Ye Ziyun rodeó la estatua. Justo cuando estaba por revisar las ruinas, soltó un grito repentino.

Nie Li se dio cuenta de que el sitio donde estaba parada Ye Ziyun se estaba hundiendo con rapidez. Su expresión cambió y, de inmediato, se abalanzó hacia Ye Ziyun. Sin embargo, el suelo parecía hundirse cada vez más. Una poderosa fuerza los succionaba hacia abajo. Debajo parecía haber un abismo sin fondo.

—¿Por qué habría un lugar así en la Ciudad Orquídea Antigua? —se preguntó en silencio Nie Li mientras abrazaba con fuerza a Ye Ziyun y sacaba su espada, la cual clavó en el acantilado que estaba tras ellos.

Cuando intentó clavar la espada en la pared de piedra, esta se rompió con un "crac". La pared era demasiado dura.

—¿Qué diablos es este lugar? —pensó.

Miró hacia abajo para ver qué había en el fondo y se dio cuenta de que debajo de ellos estaba completamente oscuro, por lo que no pudo ver nada.

En ese momento, Ye Ziyun aprovechó que la velocidad a la que bajaban había aminorado y, con rapidez, sacó una soga de su anillo interespacial, la cual enganchó de un área que sobresalía del acantilado. Ambos se sujetaron de la soga y lograron detener la caída.

—Seda Demoníaca de Araña de Nieve Helada. ¡No me sorprende su resistencia! —pensó Nie Li, aliviado. Aunque aún sentían la fuerza succionadora proveniente de abajo, habían logrado detenerla.

—Nie Li, ¿qué es este sitio? —preguntó Ye Ziyun nerviosa. Ambos habían quedado colgando en el aire. Sin embargo, el acantilado era tan liso que les resultaba imposible trepar y no podían ver qué había en el fondo.

—¡No tengo idea! —respondió Nie Li con una sonrisa amarga. No sabía que en Ciudad Orquídea Antigua existiera un lugar así, ni tampoco había escuchado que Ye Ziyun se lo comentara en su vida anterior. Sin quererlo, habían ingresado en una zona secreta de Ciudad Orquídea Antigua.

Al repasar los eventos que acababan de ocurrir, Nie Li, de repente, comprendió. ¡Las palabras que había leído hacía un momento debían ser la "clave" para ingresar en ese lugar!

—¡Solo podemos ir hacia abajo! —dijo Nie Li, ya que no podían volver a subir a causa de lo resbaladizas que eran las piedras.

Nie Li levantó la cabeza. La luz de la luna le permitía ver con claridad los ojos perspicaces de Ye Ziyun, sus pestañas levemente curvadas y su piel perfecta y diáfana. La escena tenía una especie de encanto indescifrable. Sus labios rosados parecían tener una fina capa de maquillaje. Habían quedado muy próximos uno del otro. Nie Li podía sentir los suaves pechos de Ye Ziyun y el femenino aroma que emanaba.

Ye Ziyun también notó la sensualidad de la posición y se sonrojó de golpe.

—¡No te muevas, yo bajaré primero! —dijo Ye Ziyun con rapidez.

Al ver lo incómoda y reservada que se veía Ye Ziyun, Nie Li no pudo evitar recordar su vida pasada, cuando él y Ye Ziyun empezaban a estar juntos y él tenía ese tierno afecto hacia ella.

Se aferró con suavidad a la cintura de Ye Ziyun, sonrió y le dijo—: ¡Agárrate fuerte de mí, bajaremos juntos!

—¡Nie Li es demasiado! —pensó Ye Ziyun mientras sentía cómo el brazo del muchacho la levantaba con suavidad. Estaba furiosa, sin embargo, si hubiera querido resistirse, seguramente ambos se habrían caído.

—¡Nie Li, canalla atrevido! —lo maldijo Ye Ziyun para sus adentros. Sabía que no podía hacer nada.

Viendo la mirada furiosa de Ye Ziyun, Nie Li sonrió levemente. La suavidad de su mano hacía que su corazón se agitara y no podía evitar apretarla un poco. La cadera de Ye Ziyun ya era bastante pronunciada y, en algunos años, ¿no sería aún mejor?

—Nie Li, si vuelves a tocarme con ese descaro me lanzaré sobre ti. ¡Como mucho, nos caeremos juntos! —declaró, mirándolo con el ceño fruncido. Ni siquiera la elegante Ye Ziyun podía seguir tolerando eso.

—¡Bien, bien, no volveré a tocarte! —dijo Nie Li riendo mientras recordaba su vida anterior. Cada vez que Ye Ziyun se enojaba, reaccionaba de esa misma manera. Fue soltando la cuerda de a poco y bajaron lentamente.

Cerca de diez minutos después, los pies de Nie Li finalmente tocaron el suelo. Desilusionado, no tuvo otra opción que soltar a Ye Ziyun.

Ye Ziyun apretó los dientes sin decir nada y comenzó a explorar los alrededores. Ella nunca se había aprovechado de otros de ese modo y, lo que más le molestaba, era que Nie Li actuaba como si nada hubiera pasado mientras observaba el entorno. Al pensar en eso, se enojó todavía más y le dio un pisotón a Nie Li.

—¡¡Auch!! —gritó este, tomando una bocanada de aire frío al tiempo que se agarraba el pie y saltaba por todos lados.

La reacción exagerada de Nie Li hizo reír a Ye Ziyun.

—Ten cuidado si te atreves a ser deshonesto una vez más, ¡tal vez no te perdone!

Ye Ziyun era aún más hermosa y encantadora cuando se reía, lo cual dejó embobado a Nie Li.

Al notar la mirada peculiar de Nie Li, Ye Ziyun volvió a comportarse como antes. Sentía un poco de calor en las mejillas y no sabía por qué, además su corazón comenzó a latir más rápido.

—¡Apúrate y busca una salida! ¡De lo contrario, nos quedaremos aquí! —lo urgió Ye Ziyun.

—¡Bien! —respondió Nie Li, sacando de su anillo interespacial una antorcha que luego encendió. Se valió de la luz para examinar el entorno. Al parecer, habían caído en un palacio subterráneo. Era como un profundo laberinto: había cinco o seis caminos que podían tomar, pero no sabían a dónde los llevarían.

—No me puedo imaginar qué tan grande es la estructura interna de este laberinto —pensó Nie Li.

Junto a él, encontró una línea escrita sobre una pared de piedra.

—Sitio de descanso del Emperador Kong Ming —murmuró Nie Li y se sorprendió de inmediato—. ¡Es la tumba del Emperador del Imperio Sagrado, Kong Ming!

—¿Emperador Kong Ming? —preguntó Ye Ziyun, llena de curiosidad.

—Así es —respondió Nie Li, asintiendo levemente y continuó—. Es el emperador más misterioso de la historia del Imperio Sagrado. Se hacía llamar por ese título, lo cual es muy extraño. Este emperador en particular abandonó el Imperio Sagrado en medio de su mandato y le cedió el trono a su hijo. Se dice que su cultivación ya había llegado a un límite aterrador y se volvió inmortal. Ni siquiera sus descendientes pudieron encontrar su tumba. Nunca pensé que estuviera enterrado aquí.

—¿Existe alguien que se haya cultivado hasta el punto de volverse inmortal? —preguntó Ye Ziyun mirando a Nie Li.

—No, es solo un mito. Incluso si se alcanza un reino superior al rango Leyenda, la expectativa de vida es de entre doscientos y trescientos años. ¡Ni así pueden escapar del ciclo de los cielos! —rio Nie Li.

—¿Un reino superior al rango Leyenda? ¿Qué clase de reino es ese? —preguntó Ye Ziyun, ahora estaba llena de dudas. Por lo que ella creía, el rango Leyenda era la existencia más poderosa.

—¡Lo sabrás más adelante! —dijo Nie Li con una sonrisa. Luego, sacudió la cabeza y dejó de hablar.

Ye Ziyun estaba asombrada. ¿Era posible que Nie Li hubiera visto una existencia más poderosa que el rango Leyenda? Pero él era igual que ella. Nunca había salido de Ciudad de Gloria. ¿Acaso lo había visto en un libro? Aunque tenía sus dudas, Ye Ziyun abandonó el asunto.

—Esto debe ser un laberinto. Por ende, debe haber trampas con obstáculos. Debemos tener cuidado. ¡Solo puedes pararte en los lugares en los que yo me haya parado antes! —dijo Nie Li mirando a Ye Ziyun.

Aunque la desanimaba que Nie Li siempre le hablara en ese tono autoritario, como si tuviera mucha más edad que ella, asintió con la cabeza en señal de obediencia.

Ni siquiera Nie Li se daba cuenta de que el hecho de que Ye Ziyun continuara siendo joven hacía que fuera algo sobreprotector con ella. Por ese motivo, no podía evitar que el tono de la voz que usaba fuera sorprendente al de su vida anterior.

—Aquí hay cinco o seis caminos, ¿cuál debemos tomar? —preguntó Ye Ziyun, mirando los profundos caminos que los rodeaban.

—Es sencillo: debemos movernos hacia el norte. Como consecuencia del destino del Emperador Kong Ming, su tumba fue construida mirando al norte.

—¿Por qué? —preguntó Ye Ziyun, sorprendida—¿Por qué la tumba del Emperador Kong Ming fue construida mirando al norte?

—Porque está escrito en el Libro de la Numerología del Imperio Sagrado. En todos los destinos hay algo que los beneficiará y los perjudicará. ¡Eso aplica a la ubicación de las tumbas, entre otras cosas! La gente del Imperio Sagrado creía en esas cosas —dijo Nie Li, con una leve sonrisa.

—El Libro de la Numerología del Imperio Sagrado —Ye Ziyun no pudo evitar murmurar esa frase—¿Cuántos libros ha leído Nie Li en total?

—Entonces, ¿cuál es el norte? En este momento estamos bajo tierra. ¿Cómo nos daríamos cuenta de las direcciones? —preguntó Ye Ziyun.

Nie Li esbozó una sonrisa y dijo—: Eso es muy fácil de distinguir. Las Santas Montañas Ancestrales están en dirección sur-norte. Si miramos las grietas de las piedras, podremos saber la dirección. ¡Por aquí!

Nie Li caminó con tranquilidad hacia uno de los caminos.