—Rey Serpiente, este huevo se ve especial. ¿Pertenece a una súper criatura? —la dama desmontó la serpiente y se aventuró hacia el huevo; acarició el huevo mientras hablaba.
La gran serpiente asintió con la cabeza a la dama.
—Bien. No hemos tenido súper criaturas en nuestro refugio por mucho tiempo. Sería mejor si la trajéramos de vuelta con nosotros —continuó diciendo la señora.
La serpiente se envolvió alrededor del gran y pesado huevo e intentó levantarlo sobre su escamosa espalda. Pero cuando el Rey Serpiente tiró para levantarlo, el huevo se rompió. Fue un inesperado y ligeramente descorazonador impacto, pero mientras lo veían romperse, algo salió de él. Era una criatura de forma humanoide que se caía, una que brillaba con luz blanca y clara.