—No podemos usar este nombre. ¡Piensa en su futuro! ¡Qué pasa si se convierte en presidente y todo el mundo se refiere a él como el Presidente Pequeña Flor! ¡Es un nombre que carece de fuerza! No lo usen —Luo Lan fue la primera en rechazar el nombre.
—No hay necesidad de que se convierta en presidente; tómalo de mí. Todo lo que hacen es trabajar hasta pudrirse. ¡Pero este nombre es bueno! Se hará famoso simplemente usándolo. Nuestro Pequeña Flor tendrá lo que se necesita para conquistar el universo entero —Ji Ruozhen se acarició la barba mientras hablaba.
—Papá, ¿qué tal si lo aceptamos como un apodo y se te ocurre otra cosa? —A Ji Yanran tampoco le gustaba mucho el nombre.
El presidente no tuvo más remedio que ceder, así que les dijo:
—Bien. Está bien. Por suerte para ustedes, tengo un nombre de respaldo. No es ni la mitad de bueno, pero puede que les guste.