El Refugio de las Sombras tenía un Almacén de Genonúcleo. Sin embargo, para abrirlo se necesitarían mil genes. Para alcanzar esta suma, Han Sen sólo necesitaría tiempo. Los genes podrían pagarse con la sangre de otros, pero los puntos genéticos ordinarios y primitivos también lo harían. Había muchas criaturas en los alrededores que podrían saciar la actual lujuria de Han Sen por los genopuntos, pero también había muchas criaturas que ya residían en el refugio.
Por ahora, sin embargo, Han Sen quería volver a Valle Escondido. Deseaba ir solo, ya que no quería que nadie más viera su habilidad de espíritu súper rey.
Cuando la Dama Dragón y la Oveja Barata regresaron de su expedición de caza conjunta, su regreso estuvo lleno de sorpresas. Se habían perdido todo lo que había sucedido.
—Esto es algo extraño, chica. Parece que ha tenido lugar una batalla —dijo Oveja Barata, mientras giraba la cabeza para observar el refugio ligeramente destartalado.