—Les aseguro, amigos, que el Valle Escondido es donde está enterrada la Bestia Estrella de Mar. Si podemos encontrar sus huesos, seremos colmados con la más magnífica de las recompensas —dentro de la habitación, la Vaca Verde se reclinó hacia atrás sobre dos pezuñas contra la pared. Con sus dos piernas levantadas, alternaba entre cruzarlas casualmente, dándose palmaditas en el pecho y jugando con sus ubres.