Dentro de la olla, en medio de la cáscara rota, había una copa de bronce: un jue. La superficie del jue estaba decorada con una serie de hermosos grabados y símbolos. Estaba lleno hasta el borde con un alcohol que parecía vino tinto caliente. El jue estaba sumergido en el agua de la olla, pero el agua no se mezclaba con el brebaje rojo dentro del jue. Permaneció separado.
Han Sen había querido comerse el huevo, pero no esperaba que esto saliera de él. El jue no tenía fuerza vital y era más parecido a un objeto físico que a una criatura. Han Sen lo miró fijamente. Todo lo que sabía era que era una copa o recipiente para verter alcohol, y que algunas personas decían que podía ser usado para algún tipo de ritual. Aparte de eso, Han Sen no sabía mucho sobre lo que era, exactamente. Parecía un jue antiguo, de tiempos inmemoriales, debido a que estaba colocado en un pequeño trípode.