—¿Por qué? —Han Sen se sorprendió por esto y parecía que el Bebé Fantasma sabía una o dos cosas sobre lo que estaba pasando.
El Bebé Fantasma dijo:
—No necesitas saber los detalles. Vas a morir, así que dame la reliquia y di tus últimas palabras.
—Ah, ¿se trata de que el Emperador Inmortal sacrifique todo el árbol? Esas son noticias viejas" —dijo Han Sen.
El Bebé Fantasma parecía como si se hubiera tragado un bicho, y en total asombro, jadeó:
—¿Cómo sabes de eso?
Han Sen sonrió y pareció tímido. No le contestó, y en su lugar dijo:
—No necesitas saber los detalles, pero dime; ¿qué te hace pensar que tú y Qing Jun se salvarán?
El Bebé Fantasma estaba todavía en conmoción por el hecho de que Han Sen sabía lo que estaba pasando, y él respondió:
—Qing Jun es la hija del Emperador Inmortal. ¿Y yo? ¡Yo soy el que inventó este plan!
—Hmm, ya veo. Entonces, ¿has estado evitando el consumo de agua de vida? —preguntó Han Sen.