El jabalí siguió comiendo vorazmente, a pesar de su literal desventaja, hasta que alcanzó el tamaño de una hormiga. Han Sen lo observó atentamente, preguntándose por qué el jabalí podría haber querido que eso sucediera. El consumo de una de esas nueces no parecía aportar ningún beneficio. Simplemente traía dolor e hizo que el consumidor se encogiese. Y ahora, el jabalí había perdido toda la apariencia de su anterior e intimidante mirada.
Pero a pesar de haberse hecho así de pequeño, la velocidad y la fuerza de la criatura no habían cambiado. Han Sen usó su aura de dongxuan para examinar al jabalí y observar lo que podría haber intentado hacer.
Pero el jabalí salió corriendo por el bosque aunque era solo una criatura primitiva, así que no fue un problema para Han Sen seguirlo de cerca.