Han Sen no pudo comprenderlo, lo que le decepcionó. Pensó que la roca sería un tesoro tangible que podría llevarse consigo y utilizar de alguna manera, pero por lo que podía ver, era solo una gran losa de roca tallada de una losa de roca aún más grande. Después de tres años de investigación de su pieza de origen, Han Sen tampoco había descubierto nada intrínsecamente especial en ella. Era sólo una piedra dura, para todos los intentos y propósitos que podía comprender.