Zhou Ping miró a Han Sen y los demás estuvieron de acuerdo con lo que el viejo oficial les había dicho, pero realmente no querían que el competidor humano perdiera.
Yu Tuoshan miró a su oponente y le dijo:
—Debo decir que nunca esperé encontrarme con un humano tan honorable como tú.
—Nuestra cultura es más rica de lo que se podría pensar; no todos estamos compuestos de chusma sin corazón. Tal vez cuando esto termine, ¿podrías considerar tratar de aprender más sobre nosotros? —A Han Sen no le gustaba este cumplido, ya que sugería algo bastante amargo.
—Hagamos un ataque. —Los músculos de Yu Tuoshan se ondularon repentinamente y explotaron con una serie de venas verdes y pulsantes. Los músculos ahora parecían cañones de acero, y la cara del shura, que antes era bonita, parecía horrible y demoníaca.
—Si se está transformando ahora, sólo debe estar preparándose para luchar de verdad. Esta vez habla en serio —dijo Ji Hailan frunciendo el ceño.
