Demonio de Dragón lloró contra la insubordinación de las criaturas que deseaban huir y les gritó que se quedaran, pero no escucharon. Carecía de autoridad, porque él y las criaturas habían firmado un contrato con Barón Espinoso. Ella era la única persona de la que cualquiera de las partes podía aceptar órdenes.
Los humanos estaban exuberantemente felices, luego del rápido giro de los acontecimientos. Bajo la dirección del Viejo Huang, persiguieron a la horda de criaturas al bosque y lejos del refugio, matando a los rezagados.
—Voy a matarte. —Gracias al Demonio de Dragón, Han Sen pudo fingir su muerte y matar a Barón Espinoso.
Y al ver al Demonio de Dragón venir por él, Han Sen llamó a su Serpiente Sangre de Dragón para respaldarlo.