—¿Por qué? —preguntó Han Sen, sin entender.
—Tu bisabuelo era famoso por su crueldad en el Tercer Santuario de Dios. Todos los espíritus lo odian a muerte. Si no quieres una recompensa perpetua sobre tu cabeza, mantén tu vínculo familiar con él en secreto. Pero ya que no aprendiste el Sutra de Cielo Falso, eso no debería ser un gran problema —Luo Lan sonrió.
«Esto es malo.» Cuando Han Sen escuchó esto, su corazón saltó. Sabía que no tendría ningún problema en mantenerlo en secreto, pero era consciente de que la familia Zhao lo odiaba. Temía que enviaran un mensaje a los espíritus del Tercer Santuario de Dios sobre quién era el antepasado de Han Sen.
Han Sen le contó a Luo Lan la historia de lo que había ocurrido entre él y la familia Zhao, y cuando Luo Lan terminó de escucharla, dijo:
