A este punto, Han Sen estaba muy débil. Pero también lo estaban las tres súper criaturas, quienes ahora ya no contaban con la protección que les había proporcionado el insecto de Escudo de Luz Sagrada, pues este ahora estaba muerto.
Han Sen estaba listo para dejar que Pequeño Ángel matara al resto antes de irse, pero pronto se escuchó un horrible rugido. Y cuando él lo escuchó, sintió el mismo terror premonitorio que sintió cuando se encontró por primera vez con el Rey de Sangre del Diablo. Debía de haber reaparecido.
Sin dudarlo, Han Sen salió corriendo del refugio bajo la protección de Pequeño Ángel. Trajo consigo el cuerpo del insecto sagrado y la esencia vital geno de la bruja.
El Rey de la Sangre del Diablo era extrañamente poderoso. Han Sen apenas había logrado matarlo y no le gustaría arriesgarse en enfrentarlo frente a frente. Considerando su agotamiento actual, pensó que sería mejor irse mientras las cosas iban bien.