Esperaron la noche juntos, y al día siguiente, regresaron al Refugio Sangre de Diablo. Pero esta vez, se acercaron desde otro lado y buscaron la oportunidad perfecta para atraer a más súper criaturas.
A Wang Yuhang solo le quedaba un frasco más del fluido de ángel, por lo que tendría que usarlo con moderación. Por lo tanto, Han Sen optó por una ruta más cuidadosa esta vez, ya que solo pretendía atraer una o dos súper criaturas poderosas. Mientras tanto, Wang Yuhang estaría alejado a una buena distancia, listo para el tirón, para que su mala suerte no arruinase la precisión de Han Sen.
—Pequeño tío, ¿alguna idea de cómo puedo sacarlos?—preguntó Han Sen agachándose detrás de una roca, apuntando hacia una criatura que se encontraba a lo largo de las murallas del Refugio de Sangre del Diablo.